Vivimos una época en donde la tecnología “aparentemente” nos permite estar cerca de personas que viven muy lejos en otras comunidades u otros países, sin embargo, la realidad es que no ejercemos la capacidad nata que tenemos para relacionarnos con otras personas y vivir armoniosamente en comunidad.

            Cuantas veces vamos caminando por la calle y nos encontramos frecuentemente con las mismas personas, o quizá estemos en la parada esperando el transporte público a la misma hora de siempre coincidiendo con algunas personas, cuando vamos a la tienda nuevamente nos encontramos con las mismas personas todos los días y por lo general en ninguno de éstos casos sabemos ni su nombre y muchas veces ni siquiera nos atrevemos a saludar y menos a entablar una breve conversación. Pareciera que aunque todo el tiempo y todos los días estamos rodeados de muchas personas, nos comportamos como seres solitarios ensimismados en nuestros pensamientos y preocupaciones.

            Probablemente el hecho de ver y escuchar en las noticias tantos casos de violencia, secuestros, asaltos, etc. nos recuerda constantemente que vivimos en tiempos de inseguridad y esto nos ha hecho ser demasiado cautelosos en la manera en que nos relacionamos con las demás personas, nos hemos cerrado herméticamente y por costumbre vamos olvidando lo maravilloso que es sentirnos libres, comportarnos de manera afable y sobre todo lo que significa confiar en los demás. 

            Dadas las circunstancias, la mejor opción que tenemos para poder lidiar con “la inseguridad” es fortalecer nuestras relaciones cercanas, fomentando un ambiente de confianza y amabilidad, darnos el tiempo de observar y percatarnos con conciencia de lo que pasa a nuestro alrededor. Sin duda el primer paso para que tengamos un mejor lugar para vivir es salirnos de “nuestra cabeza, nuestras preocupaciones y prejuicios” y hacernos responsables al menos de la comunidad a la que pertenecemos, siendo conscientes de que probablemente no podemos cambiar al mundo, ni tampoco las muchas cosas que suceden día a día, pero lo que si podemos hacer, es cambiar nuestra actitud y mostrar interés por las personas con las que nos topamos todos los días, sintiéndonos parte de nuestra comunidad, cuidando los espacios comunes y participando en forma activa en actividades que fomentan la unión y la convivencia.

            El Sentido de Pertenencia, es la satisfacción de una persona al sentirse parte integrante de un grupo. Así nos sentimos identificados con el resto de los integrantes, desarrollando una actitud consciente con respecto a otras personas, en quienes nos vemos reflejados al identificarnos por nuestros valores y costumbres. Este sentido, otorga una conducta activa al individuo que está dispuesto a defender su grupo y manifestar su adhesión, apoyo o inclusión a la comunidad de manera pública.

            Un ejemplo de esto, puede encontrarse en la relación de la persona con su país. El lugar de nacimiento, además de la crianza y la educación en un determinado lugar, genera un sentido de pertenencia que lleva al individuo a identificarse con sus compatriotas y a desear que su país tenga éxito, por ejemplo en un evento deportivo, ámbito que no tiene consecuencias directas sobre la vida de la persona, es decir, si su país logra ser campeón mundial en futbol, no mejorará su condición de vida o su situación económica, sin embargo, el individuo puede sentir satisfacción al sentirse parte de ese logro.   (http://definicion.de/sentido-de-pertenencia/)

            De acuerdo a lo anterior, si cada día tenemos la disposición de al menos dirigir un saludo a las personas que nos rodean; ser amables con los peatones y los demás conductores cuando conducimos nuestro vehículo; mantener limpias nuestras calles; recoger los desechos de nuestras mascotas cuando las sacamos a pasear; participar en las actividades que nos dan un beneficio de salud y bienestar personal y nos pueden ayudar a establecer nuevas relaciones con los vecinos; empezaremos a consolidar nuestra comunidad más cercana y sobre todo podemos experimentar la satisfacción de tomar acciones reales para poder ¡Vivir y convivir mejor!

Con todo cariño

Adriana Gtz. G.