Imagen:
Te levantas y ves a tu alrededor ¿Las envolturas de los regalos tiradas por todos lados? ¿El altero de platos sucios, vestigio de la cena de Noche Buena? O posiblemente no hay ningún indicio de la celebración ¿Tu ánimo no está para festejos? ¿Te encuentras tú y tu soledad? Como sea ¡Despierta! ¡Ya es Navidad!...
Sea cuál sea tu postura en relación a esta celebración, está bien, ya sea que la Navidad sea motivo de festejo, de duelo o indiferencia… ¡Está bien! Lo relevante es ¿Qué sientes al respecto? En estricto sentido la mañana de Navidad tiene un elemento en común y fundamental a cualquier otro día ¡Es un nuevo día! Además, Navidad en su raíz etimológica significa Nacimiento, por lo tanto lo puedes ver simplemente como el nacimiento de un nuevo día o también como la oportunidad de renacer en este nuevo día.
Si la mañana de Navidad te llena de Regocijo y Alegría, puedes compartir esa alegría conversando con esa persona a quien tú creas que le hará muy bien tu compañía, a través de una llamada o una visita o simplemente conviviendo con plena atención con los que te rodean.
Si esta fecha es un referente de tristeza y nostalgia por la pérdida de algún ser querido o porque simplemente te encuentras lejos o a distancia de alguien significativo para ti; identifica y abraza esa tristeza, recuerda que hay muchas personas que se sienten igual que tú, reconoce que no estás solo o sola ya que cuentas contigo para acompañarte incondicionalmente en momentos como este; pero sobre todo, observa y nota que es posible que muy cerca de ti, exista alguien a quien le pueda reconfortar una conversación o simplemente que le entregues unas galletas y le digas ¡Feliz Navidad! Aunque ni siquiera lo conozcas.
Si la Navidad es un día como cualquier otro, pues ¡Ya está! Vívelo tan intensamente tal como lo haces cualquier día, hazlo con agradecimiento por la oportunidad de experimentar un día más, realiza tus actividades con entusiasmo y energía, enfoca tu atención en lo que tenga sentido y sea significativo para ti, así como lo haces habitualmente.
Culturalmente, hay una tendencia a querer que las situaciones ocurran “como siempre” sin embargo, naturalmente, la vida ocurre en la impermanencia, ningún día es igual a otro; todo absolutamente todo, cambia constantemente; solo es cuestión de tomar un momento y darnos cuenta de ello; notar que no se trata de mejor o peor, de bueno o malo, simplemente cada día, cada momento, cada segundo, cada situación, ¡Es Diferente! Y Así es muy probable que cada mañana de Navidad, sea diferente también.
Te invito a que vivas este día diferente, con curiosidad, experimentando ¿Qué significa compartir algo de comer, un té, un café, una conversación o solo una sonrisa con alguien que no conoces? ¿Qué sientes? ¿La emoción que experimentabas es la misma o es diferente?
Si hay alegría o tristeza en tu corazón, comparte con otras personas; si tu sentir es indiferente en relación a esta fecha, comparte también sólo por descubrir que sucede. De cualquier modo la mañana de Navidad, como todo en esta vida, también pasará.
Deseo que en tu corazón more la paz y la armonía tanto en el bienestar como en el malestar; que conectes con el privilegio de tu maravillosa existencia y que cada día notes lo mucho que puedes compartir y aprender en esta extraordinaria experiencia llamada ¡Vida!
Con todo Cariño
Adriana Gtz. G.
Añadir nuevo comentario