La vida se trata de elecciones, decisiones y acciones.

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Te has preguntado ¿Cómo eliges? ¿Cómo tomas decisiones? ¿Tus elecciones, decisiones y acciones te dejan una sensación de paz? O por el contrario ¿Te inquietan? Te comparto esta reflexión…

Esta mañana cuando llevaba a mi hija a la escuela, le comentaba algo que escuché en clase el otro día, nos preguntaba el profesor, ¿para qué te pagan en una empresa como director de la misma? y sin duda existen muchos motivos, pero el principal es “para tomar decisiones”, para lo cual muchas veces no podrás tomarte mucho tiempo, se tienen que tomar decisiones en el momento haciendo uso de la experiencia y los recursos con que se cuenta y muchas veces la decisión que se tomó en alguna situación es probable que no vuelva a funcionar en alguna otra circunstancia similar, no existe una receta o una serie de pasos a seguir para lograr tomar siempre la decisión correcta.

            Lo anterior me llevó a la reflexión de que nuestra vida se trata de elecciones y decisiones, y son los resultados de éstas las que nos pueden proporcionar esa paz y armonía  interior o en otros casos ansiedad y frustración, ¿de qué depende esto?: sin duda depende de la manera en la que nosotros interpretamos y percibimos esos resultados. No existe hasta donde yo sé, una manera de poner a prueba nuestras elecciones y decisiones, es decir, no podemos ver el futuro y comprobar por adelantado cual será el resultado, de tal suerte que lo único con lo que contamos es con un gran acervo de recursos y de experiencia que nos pueden ayudar en ello.

Existen varios factores que influyen en este proceso de elegir y tomar decisiones y en la manera en que descubrimos la evidencia que nos da la referencia de que vamos en el camino adecuado:

  • Nuestras creencias y experiencias anteriores pueden ser motivadores o limitantes para la toma de decisiones.
  • Tener claro cuáles son los valores más importantes para nosotros y la congruencia con que los vivimos día a día, influye en lo que elegimos.
  • Saber ¿cuál es nuestro propósito de vida? ¿sabemos hacia dónde vamos? O solo nos dejamos llevar por el azar o por lo que dictan los demás.
  • El miedo al fracaso impide la acción. “No seamos presa del temor a la acción. El temor es una falsa educación que parece real. El miedo es un motivador universal negativo que nos inhibe y nos aferra al pasado. Nos hace vivir una vida inferior, ya que el miedo que crece en nuestra mente siempre aparenta ser más grave que la situación misma” (Borghino, Mario. 2012).
  •  La capacidad de salirte de “tu cabeza”, observar y entender las situaciones con flexibilidad, sin juzgar o tratar de adecuar lo que sucede a lo que tú piensas que es “lo correcto”.

 

En conclusión, caminar en los senderos de la vida requiere elegir un camino a seguir, esto implica una decisión para tomar una acción determinada que te lleve hacia dicha elección.

Pregúntate si cada día comienzas y terminas el día con la sensación de paz y tranquilidad dentro de tu ser o por el contrario encuentras una sensación de ansiedad e inconformidad. Revisa si las elecciones y decisiones que tomas cada día las realizas en base a tus principios y sobre todo si son las que te están acercando al logro de tu propósito de vida y realización personal.

Con todo cariño

Adriana Gtz. G.

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